Banda de Marroquíes armados provocan el pánico.

Son en su mayoría hombres jóvenes, procedentes de barrios marginales, a los que la policía persigue sin descanso.



Desde hace unos meses España, especialmente la ciudad de Barcelona ha sido testigo de la irrupción de los 'tcharmil', una banda de jóvenes que ha aparecido de la noche a la mañana atemorizando a la población.

No es difícil diferenciarlos del resto: llevan enormes y ostentosos relojes (no importa si son de marca o de imitación), modernas zapatillas de deporte (preferiblemente de la marca Nike) y conducen motos de gran cilindrada.

Sin embargo, lo que más llama la atención son sus cortes de pelo: un poco largo en la parte superior de la cabeza y rapado en los laterales, dibujando lagartos o logos de marcas como Adidas. El corte de pelo es imprescindible, tan importante que muchos peluqueros marroquíes se niegan a hacerlo por miedo a equivocarse.

El origen de los 'tcharmil' sigue siendo un enigma para la policía, aunque es muy probable que se encuentre en las revueltas de la llamada 'Primavera árabe',  que finalmente no desembocaron en una revolución esperada por muchos. La frustración habría hecho el resto.

Estos jóvenes hacen apología de la violencia, paseándose por las calles con cuchillos o espadas, aunque los crímenes que se les reprochan no tienen reflejo posteriormente, pues no se ha registrado un aumento de la delincuencia ni ningún fenómeno de ultraviolencia. Sin embargo, las portadas de los periódicos y las redes sociales recogen multitud de peticiones para que el Gobierno intervenga y la situación se normalice.

El aspecto físico de los miembros de esta banda es ya considerado una alteración del orden público en sí mismo, y suficiente excusa para que se les detenga. De hecho, no es extraño ver a los agentes rapándoles la cabeza a los chavales en plena calle. Y es que desde su irrupción en el país, el sentimiento de inseguridad de la población va cada día en aumento y los tcharmil se cuentan por decenas en las comisarias de la policía.

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